Este reportaje apareció publicado originalmente en Fuck & Young
Poco antes de que 2013 llegase a su fin, una oleada de carteles blancos con runas en negro inundó las fachadas, dársenas y escaparates de la ciudad de Valencia. Con tipografía sencilla y en letras mayúsculas, en los carteles se podía leer el siguiente mensaje: “Rap Trueque. Grabamos maquetas, canciones sueltas, acapelas [sic], covers, videoclips, videochase y más a cambio de videojuegos, ropa, piezas de ordenador, material de sonido. Cualquier cosa nos puede valer. Infórmate.”
Con solo ojear estos anuncios callejeros se podía captar rápidamente la esencia del Rap Trueque, una iniciativa que busca permitir que cualquier persona con ganas de expresarse musicalmente, independientemente de su capacidad económica, pueda acceder a unos servicios de producción musical.
Tampoco hacía falta leer entrelíneas para darse cuenta de que tras esta democrática iniciativa se encontraba alguien que no busca lucrarse de sus clientes. Ese es exactamente el perfil de Ebony Soul, una productora valenciana underground de música y eventos especializada en hip-hop. Este sello pequeño e independiente está formado por Agustina, Johnson y Grosso, tres jóvenes apasionados del rap que aspiran a utilizar su productora para dar a conocer la cultura del hip-hop de Valencia al tiempo que promueven unos valores de responsabilidad social, colaboración y respeto mutuo.
La idea para Rap Trueque surgió después de Johnson, quien estudia cuarto de Filosofía, viera en YouTube un vídeo en el que un estudiante colombiano de Economía explicaba cómo los bancos sacan rédito del dinero de los pequeños ahorradores. Tras verlo y reaccionar contra la filosofía de estas entidades financieras, Johnson les planteó a sus socios el buscar una forma de hacer algo para luchar contra esa mentalidad con las herramientas que tenían a su disposición. Tras compartir y contrastar ideas, el equipo decidió seguir ofreciendo sus servicios habituales, solo que eliminando de la ecuación el factor dinero.
Orgullo underground
“La gente está respondiendo muy bien al proyecto del Rap Trueque”, comenta Johnson, quien pronuncia sus palabras con una cadencia marcada y rítmica. Johnson nos ha recibido en el estudio de Ebony Soul. O lo que es lo mismo: una habitación en la casa de su familia en el casco antiguo de Valencia. Aquí han instalado su modesto equipo, en el que han invertido aproximadamente 700 euros.“Ofrecemos un servicio que estaría valorado en unos 5 euros el tema”, explica antes de narrar como algunas personas que iban a grabar con Ebony Soul se echaron atrás antes de hacerlo al ver las humildes condiciones del estudio, con su rudimentario anti-popper hecho con una media color carne o los abigarrados paneles aislantes que cubren solo la esquina donde se ubica el micrófono. “Tenemos claro que salimos del underground”, bromea.
Johnson es honesto al reconocer que está muy limitado con el tiempo y los medios a su alcance y confiesa que su creatividad también tiene un tope. Sin embargo, a pesar de esas limitaciones, Ebony Soul puede ser una gran ayuda para cualquiera al que no le sobren los recursos y que vea más allá de las apariencias.
Desde la guerrillera pegada de carteles, varias decenas de personas se han puesto en contacto con ellos y ya hay quien quiere replicar la iniciativa en Madrid. En este tiempo han grabado el material de alrededor de 8 personas o grupos. Y no siempre de hip-hop. Además de raperos, en su estudio esperan poder grabar pronto un grupo de flamenco y un DJ que hace música electrónica experimental. Todos ellos los contactaron porque no se podían permitir los cientos de euros que cobran los estudios afianzados por grabar una maqueta, un dinero que cuesta mucho ganar y que no garantiza que el servicio vaya a ser de calidad. “Nos ha pasado a todos. Hemos grabado en estudios de 25 euros el tema y el tío que graba se esfuerza al mínimo”, explica Mario, un joven rapero de 18 años que hoy ha acudido al estudio de Ebony Soul para acompañar a su amigo Jan.
Jan es uno de los muchos valencianos que ha recurrido al Rap Trueque para grabar sus temas. En esta ocasión, este joven de 21 años y de origen polaco le trae a Johnson una gorra que, aunque vieja y con las gomas raídas, parece haber sido la prenda favorita de un ajado rapero. “Es perfecta. Este viernes la podremos utilizar como premio en una de nuestras batallas”, señala Johnson. Y es que en Rap Trueque no se desperdicia nada. La mayoría de los objetos que Ebony Soul obtiene a cambio de sus servicios son utilizados como obsequios a los ganadores de las competiciones que cada viernes celebran en una plaza del barrio de El Carmen. Otros, cuando es posible, son utilizados para mejorar la infraestructura de su estudio.
Rap solidario
Rap Trueque no es la única iniciativa de Ebony Soul que mezcla rap y solidaridad. Entre sus proyectos también están las Jams Benéficas, un evento que Ebony Soul ha organizado en dos ocasiones y que planea repetir anualmente. Su singularidad es que para acceder a esta actuación la entrada se paga en forma de un kilo de comida que Ebony Soul dona a la Casa de la Caridad de Valencia.
Entre los otros planes que el sello está gestando se encuentra una campaña que permita a cualquier artista grabar en su estudio a un precio de tres euros el tema, una idea que afianzaría el espíritu democrático y asequible como señas de identidad de este sello.
La buena noticia es que, aunque Ebony Soul desarrolle otros proyectos paralelos, el Rap Trueque ha llegado para quedarse, ya que esta productora planea mantener la iniciativa mientras que haya gente interesada en participar en ella. “Rap trueque va a estar siempre”, aseguran.